Hola hermanos del más allá. En estos últimos días me llegó eso que llaman «pereza humana» y no me apetecía nada escribir. Son cosas absurdas de nuestro comportamiento, que nos hacen únicos y diferentes.
A estas alturas es evidente que sois conscientes de nuestras rarezas. ¡¡¡Nos pasa cada cosa!!! Una de ellas se llama ADICCIÓN. El que más y el que menos tiene mínimo una.
Yo ya tengo una lista con la colección de todas las que van apareciendo. Algunas son muy evidentes otras tan sutiles que ni te das cuenta.
Mi adicción secreta es el DULCE. Aquí lo tienen todo dispuesto para pillarte, son muy hábiles. Superar este tipo de pruebas a diario supone un reto.
Hay panaderías, cafeterías, tiendas de comida cada 30 metros y tienes que hacerte el tonto para no girar la cabeza y mirar el espectáculo de formas, texturas y colores que colocan astutamente en sus escaparates.
Los «cruasanes» (croissants) te miran con tanta dulzura, con tanta ternura…tienen un color tostadito tan apetecible, que no te puedes negar. Calentito, recién sacado del horno…hay que ser muy fuerte para no caer en la tentación.
Si fueran negros, azules, morados por ejemplo, pues no me los comería. Pero saben muy bien qué colores y formas darles para vencer esta «Voluntad» tan debilucha que solemos tener. Pues si, los cruasanes y compañía fortalecen tu Voluntad o te añaden kilos al culo, a las nalgas, a la tripa.
Un día me planté y decidí utilizar mis poderes. Pasaba por delante de las tiendas con la mirada al frente. Cada vez que llegaba a casa me apuntaba un tanto:
Salvador 27 – Cruasanes 0
Si, lo fui superando cada día. Tienes que ser muy fuerte para no girar la cabeza, porque si lo haces por pocos grados que sea, estás perdido. El cruasán y sus amigos te atrapan…no he visto bicho más poderoso.
Entonces entras y para saciar tu ansiedad por todo ese tiempo a dieta, no te compras uno, sino toda la bandeja. Te pones hasta arriba y cuando quedan solo un par de ellos, con la tripa a reventar, decides que ya no más, que lo vuelves a dejar.
Ese tiempo de abstinencia parece que se apunta en algún rincón de tu mente y se suma…por eso el día que vuelves a caer no es como si empezaras y con uno te bastara…te tomas todos los que tienes pendiente!!!
Tengo una teoría sobre este tipo de caida: me da la impresión que todos estos alimentos tan atractivos emiten ultrasonidos, como si tuvieran su propia inteligencia interna. Cuando pasas delante de ellos, se activan y te atrapan…es superior a tus fuerzas, pero claro como no se oye, no puedes demostrarlo, con lo que te crees que es por tu pobre Voluntad. Para nada, tenemos una Voluntad robusta, la culpa siempre es de los demás.
El síndrome de abstinencia es duro.
Llegué a tener pesadillas nocturnas. Al principio de estar aquí soñaba con los Angelitos. Cuando empecé la dieta soñaba que me perseguían los bocaditos de nata y ensaimadas con cabello de angel…eran bollos asesinos!!!
Te das cuenta que comer tanta porquería con aspecto celestial es muy nocivo para tu salud y para la mente. En serio, te vuelves espesito, no te funciona bien. Claro, la mayoría ni lo asocia ni quiere creerlo porque molesta.
Pero es cierto, lo he comprobado.
Hay muchas más adicciones como el tabaco, el alcohol, las drogas. Pero una de las que no se ven tiene que ver con las emociones y pensamientos. La adicción a determinadas formas de sentir, de pensar es quizás la más puñetera porque no se es consciente de que pasarse el día sumido en la tristeza, en la crítica, en el miedo, en la rabia son ADICCIONES, las más duras de erradicar.
No existen escaparates llenos de miedos crujientes, ni de tristezas tostadas…están dentro de nosotros y como estamos tan acostumbrados a vivirlas como si fuera normal, no las tratamos.
En realidad, las adicciones de fuera, las visibles, son el reflejo de las que están en nuestro interior, ocultas. Si queremos vivir en paz, ejercitar la Voluntad, pues toca descubrirlas para que dejen de controlar nuestras vidas.
Ya veis hermanitos, esto es la leche. La de cosas que toca descubrir, pero lo bueno es que este lugar está creado de tal forma que todo lo de fuera, ese mundo exterior o escaparate nos muestra lo que tenemos dentro…si, esa es la magia…solo falta querer verla y cambiar a mejor.
Cuando digo MEJOR me refiero a ser FELIZ, amarte, cuidarte…buffff…de esto ya hablaremos.
Abrazos arco-iris para todas las Confederaciones y Hermandades.
Harxhelish